Desratización

Desratización

Cuando ratas y otros roedores se apoderan de un inmueble, las consecuencias pueden ser desastrosas para los inquilinos.

También para instalaciones, infraestructuras y, por supuesto, productos alimentarios. Las ratas acuden en cualquier época del año a los lugares en donde encontrarán alimento.

Pero lo cierto es que las ratas pueden alimentarse casi literalmente de cualquier cosa. Como las cucarachas, no son muy exigentes con sus menús y pueden llegar a devorar plásticos resistentes, libros, madera…

Este tipo de animales invasores no son aceptables en inmuebles habitables, pero tampoco en silos, en fábricas (sean o no de alimentación), en almacenes…

Particulares y empresas nos llaman con frecuencia exponiéndonos graves problemas, como por ejemplo pérdidas económicas y de recursos por la presencia masiva de roedores en almacenes de alimentación.

Los responsables de estos espacios no pueden ni deben hacerse cargo de una desratización a gran escala.

Incluso con pequeños focos de roedores hay que actuar con cautela; cuando la proliferación es masiva, deberán emplearse métodos de vanguardia que conocen los expertos en desratización.

Uno de los puntos principales que hay que atender son los focos. Es importante si los focos están o no dentro del inmueble. Para el seguimiento de los focos, se emplean aplicaciones a la medida (según las necesidades del lugar) de elementos como son las cajas portacebos.

Siguiendo el rastro de excrementos y otros residuos podemos no sólo determinar dónde hay que acudir para acabar con el problema, sino cómo.

Dicho de otra manera, hay diferentes tipos de ratas: la parda, la negra… Y también ratones a los que hay que tratar de modo distinto.

Generalmente los ratones de campo no provocan enfermedades ni afecciones de importancia en personas y otros animales.

Su presencia a gran escala sí puede afectar económicamente por la rotura de sacos de trigo y otros muchos alimentos que les son propicios.

Un apartado especial, merecen las empresas de la hostelería, en donde las ratas pueden ser sinónimo de ruina.

Particularmente hoy en día, cuando las noticias y reseñas corren por la Red, el que un restaurante, un hotel, un bar o una casa rural, integren roedores entre sus paredes, el descrédito del lugar está casi asegurado.

Le ponemos fácil que contacte con nuestros operarios a través de un formulario que encontrará en nuestra página web. Si ha llegado hasta aquí es porque tiene un problema con ratas u otras infestaciones. Somos conscientes de los riesgos que ello conlleva; llámenos también por teléfono si lo desea, sin compromiso, con toda confianza.

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